Como
seda
mis manos
resbalan
por
tu
cuerpo
en busca
de aquel
que silente
en
tu regazo
habita.
Ese
que
ante
el calor
de
mis manos
despierta
y
ante
mis besos
sucumbe
Regocijado
ante
el serpenteo
de mi lengua.
Ansioso
por
entrar
en mi
tibia
morada
para
ahogarse
de placer
en
la fuente
de mi ser
Clio 10/2008
seda
mis manos
resbalan
por
tu
cuerpo
en busca
de aquel
que silente
en
tu regazo
habita.
Ese
que
ante
el calor
de
mis manos
despierta
y
ante
mis besos
sucumbe
Regocijado
ante
el serpenteo
de mi lengua.
Ansioso
por
entrar
en mi
tibia
morada
para
ahogarse
de placer
en
la fuente
de mi ser
Clio 10/2008